Foto ensayo: Gael Gonzalez Costa. |
Si la gente quiere ver sólo las cosas que pueden entender,
no tendrían que ir al teatro: tendrían que ir al baño.
Bertolt Brecht
Sentado en algún lugar sintiendo pasar el tiempo, con un café,
con un habano. Humo. Tiempo y pensamiento, pensaba.
Pensaba en el equipo de trabajo que ahora encara
ORFEO URBANO el último trabajo teatral de La Petisa Babilonia. Que se formó
como se forman todos los grupos desde el año 2004. O sea por convocatoria, por
el deseo de armar un espectáculo con la idea posterior de estrenar y viajar.
Pensaba en este equipo humano, con el que me propuse volver
un poco a la raíz de mis primeros montajes, en cuanto a los procesos, o sea
taller, una visión general de una obra por la misma persona, una puesta cruda
sin artilugios, escenario vacío. Investigación, lectura actuación y análisis de
esas cosas que se dicen sobre el escenario.
Creo que desde que La Petisa Babilonia, no se llamaba así
sino X³
. 10 Unidades (2000-2004) no se había leído tanto, hablado tanto y trabajado
con tanta intensidad como ahora, esto debido a que siempre los grupos no eran
grupos sino equipos de trabajo con el fin de sacar un producto escénico y con
una finalidad especifica.
Aquí se puede decir que pasó lo mismo, pero este equipo
desde el comienzo entendió las reglas de profundizar, dejar los egos de lado,
escuchar, leer, observar, ropa negra, taller, análisis, investigación y propuesta. Algunas palabras
que en las nuevas formas del teatro pareciera que los actores les tuvieran
miedo o simplemente y por esas cosas del mercado, se las saltaran para evitarse
el “Trabajo sucio” de construir personajes con solidez escénica.
Sería una mentira decir que vamos a lograr todos los
objetivos que me planteé, por
ahí sí. Lo que sí puedo asegurar es que es un gran equipo de actores y actrices,
que funciona como equipo, se respetan, saben escuchar y trabajan, desde lo que
saben y aceptando lo que viene. Que dejaron el ego de lado y la jodencia
terrible de joder al otro. Los que se quedaron se complementaron, los que
llegaron después se acoplaron bien y los que ya tenían experiencia trabajando
conmigo llegaron a empujar.
Que lejos estamos aun de llegar a Colombia, vamos a paso de
tortuga y por estos días que comienzan a sentirse los aires cercanos del terror
por el estreno. Ese dicho divertido de la costa en mi país “Hágale cosquilla a
la tortuga” nos cae como anillo al dedo para llegar a los tiempos propuestos.
A Fernando, Romina, Nati, Sebastián, Laura, Walter y Gael,
ese grupo subido ahora al tren de lo macondiano, mil gracias por creer en este
proceso, aún estamos pasando la tormenta de arena, seguro ya vendrá la luz del
sol, se acerca el estreno.
Jeremy Vagabundo.
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