EN LA CARRETERA

De Mendoza a Chile

En cada viaje se extiende la raíz, dejamos de ser lo que somos y nos vamos haciendo invisibles ante el vaho transitorio del tiempo.

Al regresar, nunca seremos los mismos, seremos los otros, los que nunca fuimos y quizás quisimos ser. El silencio de la carretera es la voz del pensamiento,  la soledad es la sombra e incluso las palabras en muchos lugares pierden su efecto desgastador y son los otros sentidos los que predominan, en escuchar, en oler, en palpar, en…

La carretera es la línea que une dos lugares, es un espacio sin tiempo real, solo gritos mudos en la noche, despertar sin saber por donde se mueve la vida, es la sensación casi volátil de la trashumancia, el nomadismo sin parámetros de tiempo cotidiano porque en la carretera no existen los relojes, solo una línea que define la unión de tres cosas: el mundo, el destino y el viajante.

En la carretera están los espejos que nos hacen ver lo que muchas veces no queremos ver de nosotros, o es aquello que nunca vimos. Run run de motor, lluvia, asfalto, frío, run run de motor, paisaje, cansancio, soledad, run run de motor.

Las noches en la carretera son el espacio de la desnudez solitaria, una guitarra sin cuerdas, un libro sin hojas, una casa sin ventanas porque en la noche y en la carretera, lejos de la comodidad, del calor de hogar, de los ojos que nos miran, estamos solos con el mundo, atravesándolo, run run, silencio, run run, paisaje en sombras, run run pensamiento.

La vida en la carretera se vive en 3D, porque en cada ventana, pasan los paisajes, aletean los colores y se transforma el entorno y mientras tanto….

Llueve, esta noche llueve, La Carretera.

JEREMY VAGABUNDO